Algo malo esta pasando en nuestras vidas, cuando ves que la gente ya no se detiene a conversar cuando sale del trabajo o rehuye de los vecinos, cuando va al mercado a comprar. Las personas ahora se expresan a través de un aparato y viven pendientes de lo que cuentan otras personas, olvidándose de vivir y contar su propia historia.
Comienzo mi relato de hoy con esta breve reflexión, que nos ayudara a diseccionar mejor, lo que quiero contar acerca del deporte en los medios de comunicación. Como hemos convertido una actividad de ocio, con una carga vital llena de salud y valores, en un espectáculo superficial, donde priva mas el ultimo corte de pelo de la estrella mundial del fútbol y el flamante deportivo que le han regalado para acudir al entrenamiento, que la esencia del esfuerzo y el talento que le han llevado a ser el mejor.
Ahora las cadenas de televisión, dedican media hora diaria en sus noticiarios, a vendernos noticias enlatadas que siempre hablan de la misma gente, del mismo equipo y de las mismas cosas que nada tienen que ver con el deporte. Dirigiendose a una mayoría que no entiende lo que significa DEPORTE, que no lo ama y que no lo vive (practica).
El circo del fútbol, lo eclipsa todo, hasta al propio fútbol como deporte. Yo me crié jugando al fútbol en las calles, en el equipo del barrio, escuchando los partidos por la radio y viendo los grandes campeonatos en la tele de los bares. Pero nunca repare en el traje que llevaba Garate, ni me importaba donde comía Abelardo, ni el coche que tenia Luis Aragones. Me gustaba el fútbol, por lo que era, un deporte divertido, un encuentro de amigos y una pasión compartida.
Hoy sin embargo, odio el fútbol que nos venden, no consigo reconocer mi deporte. Me duele que otros deportes, se estén muriendo porque nadie los quiere comprar, no se reconoce igualmente el merito de los deportistas que lo practican y que están al máximo nivel mundial, parece que son mas valorados fuera, que en su propio país, donde no encuentran apoyos económicos, ni institucionales, desencadenando un desprecio a nivel social. Los niños solo quieren ser Messi y Cristiano, porque es de lo que se habla y los padres no hacen nada por cambiar su opinión. Desde los colegios y federaciones tampoco hay difusión, ni promoción, condenando a la base de estos deportes al olvido.
Yo era muy de fútbol, pero también de otros deportes como el Balonmano, me gustaba ver al atleti de Cecilio Alonso cuando en uno de sus lanzamientos perforaba la red con su hombro desencajado y también al Calpisa de Goyo, aquel pequeño gran central de barba y melenas y por supuesto a la selección de Lorenzo Rico, Melo y Garralda. Amaba la plasticidad de este juego mas allá de entender sus reglas, su lucha, su garra, pero sobre todo, al igual que el rugby, me llamó la atención por su nobleza.
Tengo el placer de seguir unido a este deporte, gracias a mis "sobrinos" a los que sigo en la distancia, repasando los resultados del fin de semana, los imagino en una elevación sobre una barrera de contrarios o en una plancha desde el lateral, lanzando roscas con giro de muñeca y vaselinas rozando la cabeza del portero rival, soñando con verles jugar algún día en Asobal y porque no defendiendo a la selección en unos juegos olímpicos.
Desgraciadamente el balonmano profesional vive tiempos difíciles, intentando sobrevivir a la sombra del fútbol. Yo he querido rendir mi pequeño homenaje a este apasionante deporte, esperando que vuelva a lo mas alto y deseando que algunos niños cambien las botas de CR7 por unas rodilleras y vayan al colegio con un pequeño balón pegajoso guardado en sus mochilas.
Una vez mas INFORME ROBINSON, ha sabido plasmar las emociones y las pasiones que despierta el deporte, nos ha mostrado la cercanía y humildad de deportistas que son campeones del mundo y de entrenadores que han dedicado una vida al balonmano. Si habláramos de fútbol estaríamos hablando de Maradona, Luis Aragones, Iniesta o Raul, pero ellos sencillamente son Talan, Zupo, Urios o Mateo Garralda.
.png "English"){kind=small}
