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Los beneficios de la actividad física
Las ventajas de realizar alguna actividad física son numerosas:
Menor riesgo de obesidad
Cada vez existen más pruebas que implican la reducción de los niveles de actividad física como causa importante del aumento de la obesidad. Se han realizado varios estudios que demuestran que llevar una vida activa y sana ayuda a prevenir la obesidad. En especial, parece ser que el ejercicio contribuye a impedir el aumento de peso típico de la mediana edad.
Menor riesgo de enfermedad cardíaca
Las personas con un estilo de vida activo y que están relativamente en forma tienen la mitad de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca que las personas que llevan una vida
Menor riesgo de cáncer
Una actividad física moderada o intensa reduce el riesgo de contraer cáncer de colon, colorrectal, de pulmón y de mama
Músculos y huesos en buen estado
Practicar ejercicio físico con regularidad fortalece los músculos, los tendones y los ligamentos, y aumenta la densidad ósea. Se ha descubierto que las actividades en las que soportamos nuestro propio peso (como correr, patinar y bailar) mejoran la densidad ósea durante la adolescencia, ayudan a mantenerla durante la edad adulta y retrasan la pérdida de masa ósea que se produce habitualmente con el paso de los años (osteoporosis).
Salud mental
Varios estudios demuestran que la actividad física mejora el bienestar psíquico, la forma en que afrontamos el estrés así como las funciones mentales (como la toma de decisiones, la planificación y la memoria a corto plazo), reduce la ansiedad y regula el sueño. Las pruebas obtenidas a partir de ensayos clínicos indican que la actividad física puede aplicarse en el tratamiento de la depresión. En cuanto a los ancianos, el ejercicio puede ayudar a disminuir el riesgo de padecer demencia e incluso Alzheimer.
¿Cuánto ejercicio tenemos que hacer?
Caminar enérgicamente todos o casi todos los días durante unos treinta minutos ayuda a mejorar el bienestar físico y mental. El ejercicio físico en sesiones breves -por ejemplo, dos o tres sesiones de diez minutos cada una- es casi tan eficaz como hacer ejercicio de forma ininterrumpida durante el mismo tiempo y es más fácil de adaptar al ritmo de vida actual. Para aquellos a quienes no les gusta o les resulta imposible hacer ejercicio de forma planificada, el hecho de evitar o reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias puede resultar igualmente beneficioso. Por ejemplo, el simple hecho de permanecer de pie durante una hora al día en lugar de sentarse a ver la televisión consume el equivalente a 1-2 kg de grasa por año.
Se ha descubierto que la práctica regular de algún tipo de ejercicio alarga nuestra vida (al reducir el riesgo de contraer enfermedades) y mejora nuestra calidad de vida.
3 comentarios:
Muy cierto amigo Manuel. La treintena me acecha y el tiempo pasa para todos. Yo me estoy reactivando y poco a poco me voy sintiendo mejor.
Aunque no es fácil para todos hacer deporte. A algunos no les gusta y les supone un enorme sacrificio. Otros no tienen tiempo.
Pero el que quiere puede, ¿no? Siempre hay un hueco a lo largo del día para hacer algo de ejercicio.
Si señor. Hay que buscarse un huequecito al día para practicar ejercicio que como ves es muy sano.
Además tú cuando te lo propones estás hecho un figura.
Ya sabes siempre serás un componente de los halcones y te quedará el recuerdo de tu gesta.
Suscribo todo lo dicho por mi colega Manuel, y copio y pego el siguiente tocho, sacado del temario de las opos, para quien le interese:
EFECTOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS DIFERENTES ÓRGANOS Y SISTEMAS:
- Efectos sobre el aparato locomotor:
Los músculos se activan por impulsos nerviosos (S.N.C.) y esto es lo que permite en conjunto con los huesos las acciones voluntarias.
Las articulaciones con el tiempo se ponen más rígidas y falta movilidad por eso se realiza ejercicio para evitar y prevenir la falta de movilidad en un futuro las principales repercusiones del ejercicio en el aparato locomotor son:
• Ensanchamiento de las fibras musculares (hipertrofia muscular).
• Hipertonía muscular y menor porcentaje de grasas interfibrilares.
• Se retrasa la calcificación de los huesos.
• Tonifica tendones y ligamentos.
• Mejora la movilidad articular y la elasticidad muscular, de ligamentos y de tendones.
• Se retrasa la aparición de la fatiga muscular.
• Hay un menor riesgo de lesiones.
- Efectos sobre el sistema cardiorrespiratorio:
• Sistema cardiovascular:
Hipertrofía en el corazón: aumenta el volumen sistólico, lo que produce que se disminuya la frecuencia cardiaca.
Incremento de la capilarización.
Mejora la elasticidad de los vasos y por tanto, la conducción de la sangre.
Aumenta la cantidad de glóbulos rojos.
Mayor concentración de hemoglobina: transporta el O2 hasta los tejidos y elimina el CO2.
Mejor capacidad para mantener constante el pH de la sangre (7,4): posibilita un mayor endeudamiento de 02, mayor rendimiento en esfuerzos medios constantes.
Disminución de lípidos en sangre.
• Sistema respiratorio:
Mayor eficacia en el ciclo respiratorio.
Pulmones más potentes: por lo que, mayor capacidad vital e índice de Tiffeneau.
Mayor número de alvéolos disponibles y mayor capilaridad de estos: aumenta por lo tanto, la facilidad de intercambio gaseoso.
- Efectos sobre el sistema nervioso:
Existen tres tipos de funciones que se ven beneficiadas por la práctica del ejercicio físico:
• Funciones motoras: el sujeto mejora la coordinación dinámica general, la segmentaria, los receptores exteroceptivos, etc.
• Funciones sensitivas: se mejora el esquema corporal.
• Funciones intelectuales: se mejora la lógica motriz, el individuo está en ventaja para solucionar problemas motrices.
Además, el ejercicio físico aporta al sujeto una disminución de la agresividad, ansiedad y agotamiento psíquico. Beneficios S.N.C.:
• S.N.C.
:
Percepción de una situación externa con mayor velocidad.
Mayor velocidad mental para seleccionar una respuesta.
Mayor velocidad para llevar los impulsos nerviosos a los músculos.
• Sistema nervioso vegetativo:
Mayor influencia del sistema parasimpático sobre:
El corazón y la presión arterial.
La respiración y el metabolismo.
El sueño, se vuelve más profundo.
Sobre el sistema excretor.
- Efectos sobre el sistema endocrino: cuando el cuerpo sufre una modificación funcional debido al ejercicio físico, necesita la presencia de hormonas para poder llevar a cabo las nuevas exigencias de trabajo. El ejercicio físico provoca la secreción de hormonas que influyen de una u otra manera en el metabolismo. Las hormonas más significativas estimuladas por el ejercicio son:
• La testosterona y sus derivados (crecimiento del corazón).
• La hormona del crecimiento: metaboliza la glucosa (beneficia sobretodo a los diabéticos).
• Las hormonas tiroideas: son fundamentales para metabolizar las proteínas.
• La parathormona y la calcitonina: imprescindibles para la formación de tejido óseo.
- Efectos sobre el aparato digestivo: es el conjunto orgánico más susceptible al estado emocional del sujeto. Las actividades físico-deportivas proporcionan al individuo una relajación mental y como consecuencia una disminución del estrés. Las disfunciones más comunes sometidas a estrés son:
• Calenturas, digestión difícil e inflamación del estómago.
• Dificultad en la secreción de bilis, llagas en el estómago (úlceras).
• Retención de materias fecales (estreñimiento), y evacuación intestinal frecuente y líquida (diarrea).
• Hemorroides, es decir, dilatación de los vasos sanguíneos del ano.
El ejercicio físico reduce y disminuye todos estos procesos.
Ámbito psíquico: la actividad física colabora en la motivación y éxito, compensa los fracasos, se viven experiencias satisfactorias y es una vía de escape para la agresividad y la frustración.
Ámbito social: estimula la cooperación entre los compañeros, se mejora y aumentan las relaciones sociales, se mejora el autoestima de si mismo proporcionando confianza en las relaciones.
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