Dan las 6, sintonizo a los Stones, recuerdos del pelo largo, viejos blues... Eso nos contaba Pepe Risi en una de mis canciones favoritas del rock&roll madrileño.
La Elipa, Burning, recuerdos del pelo largo, esos recuerdos que ayer se agolpaban en mi cabeza, en una noche mágica, cantando viejas canciones, con mis amigos de veinte duros los domingos.
La Elipa, Burning, recuerdos del pelo largo, esos recuerdos que ayer se agolpaban en mi cabeza, en una noche mágica, cantando viejas canciones, con mis amigos de veinte duros los domingos.
Unas cervezas, unos amigos y un poquito de rock&roll, así fue la noche perfecta. El bar de Juanito, feria con coches de choque, la caseta de la asociación de vecinos, cervezas frias y un escenario. TOPO encima de el. Jose Luis Jimenez al bajo, gorra ocultando su pelo cano. Lele y Luis Cruz punteando sus Les Paul y la gran sorpresa de la noche, Jesus "Polvorilla, casco alemán" a la batería. No me lo podía creer. Me acuerdo cuando con sus hermanos en el Tico (bar), vimos al Terry jugar a la maquina de bolas*, antes del concierto que dieron en El Real, allá por los años 80, se nos caía la baba. Quien podía imaginar que aquel renacuajo seria el batería de TOPO 30 años después.
Reencuentro de viejos amigos de ayer y de hoy, de siempre, de aquí y de allí, una inolvidable noche, en la que decidimos levantarnos de nuestros aplastados sillones, para cantar y sonreír a la vida.
Y como dijo Johny en la despedida de su amigo... "Desde la barra de cualquier bar, a mitad de camino entre La Elipa y el cielo, nos esperará hasta la eternidad".
No esa eternidad cubierta de estrellas, si no aquella que anida en lo profundo de nuestros corazones.
No esa eternidad cubierta de estrellas, si no aquella que anida en lo profundo de nuestros corazones.
Escuchadla entera, si no se os cae una lagrimita, ya no os queda corazón.