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02 febrero, 2009

Un fin de semana por Córdoba

De vez en cuando hay que hacer una escapadita para airearse, cambiar el ritmo de vida y oxigenarse de "los estreses cotidianos".
En nuestro país tenemos un montón de posibilidades y muchas veces no sabemos valorar nuestro increíble patrimonio cultural.
En esta ocasión una representación de los halcones aparecimos en Córdoba y disfrutamos un montón de esta bonita ciudad.




El primer día llegamos por la mañana y el primer objetivo era localizar el apartamento. Lo conseguimos sin mayor problema, nuestro alojamiento estaba situado cerca de la mezquita. Un pequeño problemilla era el acceso ya que debíamos entrar por una puerta aparentemente muy grande pero para entrar te tenías que agachar porque el acceso era un pequeño hueco con una altura muy baja. Dejamos las maletas y comenzamos la aventura gastronómica.
-¡Hora de comer¡.
Partimos de la plaza del triunfo, atravesamos el puente romano sobre el río Guadalquivir y llegamos a la Torre Calahorra.
En este barrio buscamos un sitio para degustar los productos típicos. Pasamos por una escuela infantil, preguntamos a un amable señor que estaba en la puerta y nos recomendó el bar Miguelito. Y allí comimos los productos típicos cordobeses:

- flamenquines, una bandeja de pescadito, salmorejo, rabo de toro y una ensalada.

-¡Bonito comienzo¡ una vez que cogimos fuerzas, reunadamos el camino.
Como íbamos con los niños buscamos un lugar para que se esparcieran un rato y encontramos La Ciudad de los niños que era un enorme parque con un montón de columpios dónde disfrutaron de una estupenda tarde soleada.


-Por hoy habíamos cumplido, después de andar bastante regresamos al apartamento. En este blog debo decir que hicimos un montón de ejercicio, no sé la distancia recorrida pero nos chupamos unos cuantos kilómetros.

El segundo día lo dedicamos a visitar los monumentos típicos:

- El Alcázar de los Reyes Cristianos.
- El barrio judío (sinagoga)
- La mezquita.
- Museo de Bellas Artes.


Y también pateamos plazas típicas, como la plaza de las Tendillas dónde hay un reloj que toca las campanadas con ritmos flamencos, plaza Maimónides, y por otra zona de ciudad a la altura del puente de Miraflores también pasamos por la plaza del potro hasta llegar a la plaza Corredera.


-Dentro de la mezquita hicimos esta foto dónde aparece un ave rapaz, de la familia de los halcones. Y es que estamos en todas partes.




Bueno amigos aquí os dejo esta pequeña crónica de la visita a Córdoba.

Llegados a este punto no sé que firma poner????

Manuel Díaz "el castellano", o en esta ocasión debería poner

Manuel Díaz "el cordobés".

1 comentario:

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Me lo has quitado de los dedos lo del Cordobés. Nosotros tenemos Córdoba relativamente cerca pero no hemos estado mucho. Tan sólo en el viaje de novios y hace tres años. Hay que escaparse y conocer ese patrimonio tan exceleten que tenemos. La época ideal de ver Córdoba es en mayo, con los patios cordobeses engalanados. Pero, claro, no siempre podemos hacerlo cuando queremos. Y Granada, ¿cuándo?